MARIA JOSE ARDANAZ
ESTUDIO DE ARTE





MARIA JOSE ARDANAZ ESTUDIO DE ARTE
El Busto
Tengo ante mí un busto que representa a D. Quijote. Desde la mesa del comedor preside toda la estancia y contempla, silencioso, el acontecer diario.
Está fabricado en porcelana y su acabado trata de imitar al bronce en su proceso de oxidación. Su tamaño cercano al real impone seriedad a pesar de su concepción modernista.
El artista supo plasmar en esta pieza la soledad del incomprendido, la melancolía del solitario, la frustración del incapacitado.
De su enjuto rostro sobresalen unos pómulos punzantes, como si el músculo hubiera sucumbido en mil infructuosas batallas. Su nariz afilada y torcida forma un ángulo agudo con la desmadejada perilla y entre ellas, sumida en un profundo pozo, la boca se retuerce en una mueca indescifrable.
Las pobladas cejas esconden una mirada velada, perdida en las llanuras castellanas, olvidada en el rostro de su reinventada Dulcinea.
El apretado ceño camina tozudamente hasta la inevitable vacía que corona su cabeza dándole ese aire de ridículo aplastamiento como si soportara sobre la absurda corona todo el peso de su extravagante reino.
María José Ardanaz
Las Arenas, 7 de Marzo del 2002