MARIA JOSE ARDANAZ
ESTUDIO DE ARTE





MARIA JOSE ARDANAZ ESTUDIO DE ARTE
¿Que quiero decir?
Una buena cuestión: y yo ¿qué quiero contar?
Nunca me había planteado esta pregunta, y así, a bote pronto me quedo sin respuesta. Se que no quiero dogmatizar, se que no quiero defender nada, ni tampoco condenar, tal vez lo único que pretendo es materializar mis pensamientos, abrir la espita de la imaginación y dejar salir un batallón de protagonistas desconocidos que cobrando vida propia vivan un sin fin de situaciones, reales o fantásticas, nacidas todas ellas de mis reflexiones.
Quiero contar historias del corazón, unas llenas de emoción y sentimiento, que turben, que conmocionen, otras repletas de temor y dudas, que estremezcan que desasosieguen, y las más plagadas de risa y de ternura que diviertan y conmuevan.
Quiero contar historias de la cabeza, frías y distantes; una consecución de hechos acaecidos sin dejar translucir emoción alguna y que sea el lector, si es que existe, quien lea con el corazón y las califique.
Es posible que desee reinventar algunos de los cuentos más trillados: quizá si la abuelita, después de obsequiarle con una opípara cena, sedujo al lobo, cuestión que aprovechó caperucita para embaucar al cazador con el único fin de conseguir la piel con la que podría confeccionar el tan codiciado abrigo, este bello animal no estaría tan denostado.
En fin, quiero hablar de lo humano y, muy a mi pesar, también de lo divino ya que en cada hombre habitan todos los dioses y todos los demonios combatiendo sin tregua e intentando unos y otros captar y esclavizar al prisionero.
¡Caray! pues si que tengo cosas para contar. Ahora la pregunta inicial ha cambiado por esta otra: ¿Seré capaz de hacerlo?
María José Ardanaz
Las Arenas, 1 de Noviembre del 2004